PARÁBOLAS EVANGÉLICAS Y RABÍNICAS

"otra parábola escuchad " Mt 21,33

 

    Jesús no inventó el género "parábolas" pero fue un rasgo distintivo y abundante en su predicación

  Parábolas evangélicas y parábolas rabínicas
  • en Israel y fuera de Israel, ya otros contaron historias antes, durante y después de Jesús. No ha sido el único contador de parábolas
  • en el Antiguo Testamento hay una serie de parábolas, no muchas, especialmente en Isaías y Ezequiel
  • en la literatura intertestamentaria, a partir del siglo II a.C. empiezan a aparecer muchas parábolas. Hay numerosísimas en el Talmud.
  • se han considerado las parábolas como una forma de expresión propia de los rabinos que las usaban para ayudar a todos a comprender la Ley
  • las parábolas rabínicas que conservamos fueron puestas por escrito dos siglos después de Cristo, pero proceden de una tradición mucho más antigua. Muchas de ellas se atribuyen a rabinos que vivieron  en el siglo I
  • Se asemejan bastante a las parábolas de Jesús y en algunos casos estas están influidas por aquellas
  • Hay un fondo cultural común
  • Parece ser que es un género literario claramente fijado al comenzar el siglo I
  • Las que conocemos sobrepasan el millar
  • Suelen tener un esquema invariable
    • INTRODUCCIÓN: "Voy a contarte un masal..." "¿A quien es semejante este caso? .... "A un hombre..."
    • NARRACIÓN
    • CONCLUSIÓN ("Así ocurre...")  Aplicación práctica
  • Los temas son tomados de la vida diaria de Palestina: pastor, oveja, comprar campos, tesoro escondido, invitación a un banquete, oveja perdida...
  • Algunos de los personajes tienen ya una significación acuñada
    • Rey, juez, padre ...... DIOS
    • Oveja, siervo.....ISRAEL
    • Rendición de cuenta ......JUICIO DEFINITIVO
    • Banquete ..... el REINO
  • Los rabinos acuden a las parábolas para iluminar, demostrar algún punto de la Ley. Se inventan muchas cosas para lograr que la gente entienda la Ley
  • Jesús sigue la costumbre de los maestros de su tiempo (los escribas) y sus parábolas se inscriben dentro de esa herencia
  • Jesús las utilizó con un dominio impresionante
    • observaba la realidad que les rodeaba
    • y sacaba de ellas sus historias
    • y con pocos trazos va creando personajes y los pone en acción
    • y a través de ellas nos va comunicando su experiencia de Dios
  • Dos puntos son llamativos:
    • el que Jesús contara tantas parábolas (mayor frecuencia que en el Talmud proporcionalmente)
    • Jesús utiliza las parábolas con un objetivo distinto, nunca las pone en relación con la Ley, las arranca del debate jurídico
  • RESPECTO AL CONTENIDO

LAS PARÁBOLAS DE JESÚS LAS PARÁBOLAS RABÍNICAS
centradas en el Reinado de Dios ni una parábola sobre el Reinado de Dios
no interpretan nunca el A.T. interpretan el A.T.
se centran en grandes temas (p.e: la misericordia de Dios) se centran en la casuística moral y legal

 

 

Parábolas evangélicas y primeros cristianos
  • No se atribuye ninguna parábola a los apóstoles. No hay más parábolas que las de Jesús
  • A los ojos de los primeros cristianos, la parábola fue un lenguaje específico y singular de Jesús y se lo reservan
  • Preocupación de los primeros cristianos por conservar el mayor número posible  >> una colección primitiva de parábolas >> vieron en las parábolas una fórmula fundamental para transmitir el evangelio >> ocupan un lugar central en el Evangelio >> no son historietas que adornan sino el corazón del evangelio
 

Un ejemplo de parábola rabínica
 

"EL PESCADO Y LA JOYA"

Una adivina gitana le dijo en cierta ocasión a un hombre de escasos recursos:

¡Ten cuidado! Un hombre muy rico llamado José, un hombre que siempre honra el día del Shabat, se convertirá algún día en el dueño de todas tus posesiones.

Para evitar que se cumpliese la predicción de la adivina, el hombre ideó un plan. Vendió todo lo que tenía y, con el dinero que le dieron, compró una piedra preciosa. Y, para poner a buen recaudo su nueva y valiosa posesión, la escondió en su turbante, prenda que nunca se quitaba de la cabeza.

Un día que el hombre estaba cruzando un puente, una ráfaga de viento le arrebató el turbante, que cayó al río que pasaba por debajo. Y, justo en ese momento, un pez que pasaba por allí se tragó la joya. Posteriormente aquel pez sería pescado y vendido en el mercado como lo mejor y más fresco del día.

¿Quién comprará este magnífico pescado? - Se preguntaba los aldeanos.

Id a José - sugirió alguien -.  Sin duda, él comprará ese hermoso y fresco ejemplar para celebrar el Shabat.

José estuvo encantado de comprarlo, porque siempre buscaba el pescado más fresco y mejor para el Shabat. Y, cuando abrió el pez, para su sorpresa, se encontró dentro la piedra preciosa, aquella hermosa joya que, más tarde, vendería por una importante suma de dinero.

El cuento de José y el pescado se difundió de aldea en aldea, y un antiguo sabio dijno al respecto:"A todo aquel que gasta en el Shabat, el Shabat se lo devuelve de un modo u otro"

Fuente Talmúdica: Shabat 119a

Rabí Bradley y otros, Parábolas del Talmud. Edit. Obelisco. Barcelona 2001. Páginas 22-23