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Consejo Latinoamericano de Iglesias - Conselho Latino-americano de Igrejas

 

 

Estructura y claves para una interpretación global del Evangelio

Pablo Richard

 

Resumen
La finalidad de este artículo es dar una visión global de la obra de Lucas a través de la estructura global del texto. Entre paréntesis y con letra más pequeña daremos algunas claves para la interpretación de esta estructura. No haremos exégesis del texto, apenas se dan algunas claves para entender su estructura. En esta lectura interpretativa de la estructura global del Evangelio he combinado el análisis estructural literario del texto con al análisis de la historia de la fuentes dentro del Evangelio mismo. Pensamos que para descubrir la estructura del texto es fundamental descubrir la forma cómo Lucas utiliza sus fuentes. Además, por detrás de texto y por detrás de las fuentes utilizadas por el texto está siempre presente el Jesús de la Historia. Es desde esta perspectiva que Lucas escribe su Evangelio. En síntesis buscamos discernir la estructura global del Evangelio combinando el análisis literario (análisis sincrónico) con el análisis histórico (análisis diacrónico) del texto. En este análisis histórico del texto queremos descubrir el camino entre el Jesús de la historia y el texto del Evangelio.

 

Introducción

Por detrás de este pequeño ensayo hay ciertamente muchos años de estudio exegético y no quiero recargar mi trabajo con todo el peso y la complejidad de ese trabajo exegético. Quiero que esta presentación global, histórica y literaria del Evangelio de Lucas sea evidente en el mismo texto de Lucas que iremos leyendo y en el cual nos iremos sumergiendo. Está claro que la estructura global que presento no es “inspirada” y estoy feliz si alguien propone otra. Como el objetivo inmediato de este artículo es introducir al lector en el texto mismo, debe ser necesariamente leído con el Evangelio de Lucas abierto en las manos del lector, el ideal es utilizar la Biblia de Jerusalén.

Gustavo Gutiérrez decía en Costa Rica: “Detrás de un teólogo europeo hay bibliotecas, detrás de un teólogo latino-americano hay un pueblo”. Yo también he escrito este ensayo urgido por ese pueblo y con la voluntad de entregar al Pueblo de Dios el Evangelio de Lucas, sobre todo a sus comunidades más pobres y excluidas. Quiero que este Evangelio y el Jesús de la Historia que está en su raíz sea asumido por el Pueblo de Dios como el Canon y el Credo de su fe.

 I.       Estructura de la obra total de Lucas:
Evangelio y Hechos de los Apóstoles

(Es muy posible que Lucas escribió una sola obra, que después se separaría en el Evangelio y los Hechos de los Apóstoles. Leer la obra como un conjunto es una clave interpretativa fundamental. El prólogo histórico y teológico en Lc 1,1-4,13 sería un prólogo a todo la obra lucana (Lc y Hch). Lc 24,50-53 y Hch 1,1-5 serían agregados muy posteriores cuando se separaron los dos libros. No sabemos cuando se separaron las dos obras, pero muy posiblemente cuando los 4 Evangelios formaron una unidad en la formación del Canon del N.T. (fines del siglo II). Los dos agregados dan testimonio de cómo la obra de Lucas era reinterpretada posteriormente.)

Prólogo histórico (Lc 1,1-4) a toda la obra Lc-Hch

Prólogo teológico (Lc 1,5-4,13) a toda la obra Lc-Hch

A) Ministerio de Jesús en Galilea (Lc 4,14-9,50)

B) Subida de Jesús de Galilea a Jerusalén (Lc 9,51-19,44)

C) Ministerio de Jesús en el Templo de Jerusalén (Lc 19,45-21,38)

CENTRO:     1: Pasión y Muerte de Jesús (Lc 22-23)
2: Resurrección de Jesús (Lc 24,1-49)
3: Testamento de Jesús (Lc 24,44-49 + Hch 1,6-8)
4: Exaltación de Jesús: ascensión (Hch 1,9-11)
 
C) El Movimiento de Jesús en Jerusalén (Hch 1,12-5,42)
B) El Movimiento de Jesús de Jerusalén a Antioquía (Hch 6,1-15,35)
A) El Movimiento de Jesús de Antioquía a Roma (Hch 15,36-28,31)

II.      Estructura global del Evangelio y claves básicas de interpretación

(El método histórico-crítico logra diferenciar, en el texto del Evangelio, los niveles histórico, tradicional y redaccional. La investigación histórica busca reconstruir, no el Jesús real, sino el Jesús histórico, es decir, lo que las primeras comunidades reconstruyeron como lo más significativo del Jesús real. Este Jesús histórico es transmitido por la Tradición, tanto oral como escrita. Finalmente Lucas redacta su Evangelio con una visión teológica que le es propia. Si bien podemos distinguir el nivel de la Historia, de la Tradición y de la Redacción, igualmente descubrimos la continuidad entre los tres y la fidelidad de Lucas a la Historia y a la Tradición. Por ejemplo: los cánticos en los dos primeros capítulos (el Magnificat, Benedictus y Nunc dimitis) son claramente composiciones lucanas, pero Lucas las compone recogiendo la tradición oral y escrita que él pudo conocer y trata de reflejar fielmente la situación histórica y la espiritualidad de los personajes que ahí aparecen. Por eso podemos decir que los tres cánticos son finalmente redaccionales, pero son igualmente históricos y tradicionales. Lucas, en el prólogo que luego analizaremos, explícitamente reconstruye las diferentes etapas históricas entre el Jesús de la historia y la redacción de su propio evangelio. Nosotros buscaremos descubrir la estructura interpretativa global del Evangelio, marcando en el texto los momentos de esta larga producción del texto desde Jesús hasta Lucas. Desde el Jesús de la historia hasta la redacción del Evangelio de Lucas hay un lapso de más de 55 años y un salto cultural desde la cultura galileana-judaica hasta la cultura helenista, desde la cultura del campo hasta aquella de la ciudad. Lucas logra, fiel a la historia y a la redacción, recoger los momentos de este largo camino cronológico-geográfico-cultural.
Seguiremos aquí la teoría de las dos fuentes, es decir, la utilización por parte de Lucas del Evangelio de Marcos y del “Evangelio de Galilea” (llamado comunmente “fuente Q”). Lucas, mucho más que Mateo, respeta casi literalmente estas dos fuentes, pero las interpreta y las enmarca con sus propias reflexiones teológicas o con otros datos de la tradición, tanto orales como escritos, que él mismo conoció. Estas fuentes propias de Lucas, se las designa un poco vagamente con la letra L. La búsqueda de las fuentes al interior del texto tiene como objetivo reconstruir la fidelidad de Lucas a la Tradición y a la Historia. En esta Tradición e Historia está vivo el Jesús de la Historia.
El texto completo de la fuente Q lo tomamos de Ribla 22, pp. 153-161 y es citado comúnmente con la numeración de capítulos y versículos del Evangelio de Lucas. Ejemplo: Q 10,2-16 está en Lc 10,2-16).

Prólogo histórico: 1,1-4 (A toda la obra Lc/Hch)

En este prólogo aparecen cinco sujetos históricos:

(1)     El Jesús de la historia, antes del año 30, implícito en este prólogo, pero explicitado en la reconstrucción posterior del prólogo en Hch 1,1-5

(2)     Los Testigos oculares y Servidores de la Palabra, “los que fueron desde el principio, los que transmitieron (parédosan)”

(3)     Muchos, “han intentado componer ordenadamente (anatáxasthai) un relato (diégesin) acerca de las cosas (prágmata) que se ha verificado entre nosotros”

(4)     Yo (Lucas) (año 85: escritura del Evangelio y Hechos) “después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes he decidido escribírtelo por su orden (kathexes)”

(5)     Teófilo (receptor del Evangelio y Hechos) “para que conozcas la solidez de las palabras (lógon) en las cuales fuiste instruido (katejéthes)”     
           

(Los “Testigos oculares y Servidores de la Palabra” son los hombres y mujeres que alrededor de los años 30-60 transmitieron oralmente lo que vieron y escucharon directamente a Jesús. Constituyen la primera generación cristiana responsables de la tradición oral. Luego Lucas menciona un enigmático “muchos”, que serían los responsables de los inicios y desarrollo de la tradición escrita. Quizás Lucas incluya en estos “muchos” a aquellos que fueron los autores de sus fuentes principales: el Evangelio de Marcos y el Evangelio de Galilea” (fuente Q), también otras fuentes escritas propias de Lucas designadas cómodamente con la letra L. Estos “muchos” constituyen la Segunda generación cristiana, que entre los años 60-80 iniciaron la tradición escrita. El “componer ordenadamente un relato” se refiere ciertamente a escritos que recogen la tradición oral. Los hombres y mujeres de esta generación ya no conocieron a Jesús personalmente y dependen de la tradición de la primera generación. Luego viene el autor del tercer Evangelio (reconocido tradicionalmente como Lucas), que se presenta como un investigador-escritor profesional: ha investigado diligentemente todo desde los orígenes y lo escribe por su orden. Finalmente aparece Teófilo, que es un hombre ya instruido, a quien Lucas escribe el Evangelio para que conozca la solidez de las palabras o enseñanzas en las cuales ya fue instruido. Teófilo es posiblemente una persona concreta o más posiblemente un nombre colectivo para designar todos aquellos que acogen el Evangelio. Constituirían la Tercera generación cristiana, en la cual estaríamos incluidos también nosotros y nosotras que hoy recibimos este Evangelio. Este prólogo histórico inserta el Evangelio en la historia que va desde el Jesús de la historia hasta nuestro presente. En esta historia hay sujetos que aseguran – a través de varias mediaciones - que el Jesús de la historia llegue hasta nosotros y también permite que nosotros, como Teófilos que realmente somos, podamos participar en dicha tradición.

Prólogo teológico: 1,5-4,13 (A toda la obra Lc/Hch)

1.         Evangelio de la infancia y niñez de Juan y Jesús (1,5-2,52)

 

Juan Bautista                                                             Jesús

a)  Anuncio a Zacarías (1,5-25) (sacerdote)             a)  Anuncio a María (1,26-38) (mujer)
      (en el templo-en Jerusalén                                                     (en la casa-en Nazareth
      no dio crédito-quedó mudo) creyó y cantó)
                                                                                                                 
                                                                                  -    Visita de María a Zacarías e Isabel (1,39-56)
                                                                                        (Canto de María el Magníficat: soberbios-poderosos-ricos
                                                                                        los que temen-los humildes-los hambrientos)

b) Nacimiento de Juan Bautista (1,57-58)           b)  Nacimiento de Jesús (2,1-20)
      (visita de los vecinos nacimiento feliz)                                (ángeles y visita de los pastores
                                                                                                           nacimiento miserable)

c)  Circuncisión de Juan Bautista (1,59-63)       c)  Circuncisión de Jesús (2,21)
                                                               
                                                              -    Presentación de Jesús en el Templo (2,22-24)

d) Profecías de Zacarías (sacerdote)                           d) Profecías de Simeón y Ana (profetas)
      (1,64-79) Benedictus                                                            (2,25-38) Nunc dimittis

e)  Crecimiento de Juan B. (1,80)                      e)  Crecimiento de Jesús (en Nazaret) (2,39-40)

                                                              -    Jesús en el Templo (2,41-50)
                                                                                                                                   
                                                                            e)  Crecimiento de Jesús (en Nazaret) (2,51-52)

(El prólogo teológico es totalmente redaccional e histórico a la vez: reconocemos que el texto es creación teológica propia de Lucas, pero simultáneamente es un texto que recoge la tradición histórica y la teología propia de los ambientes y personajes que aquí aparecen. El paralelismo entre Juan Bautista y Jesús es notable. Es la confrontación y a la vez continuidad de dos períodos en la Historia de la Salvación: “Entre los nacidos de mujer no hay ninguno mayor que Juan; sin embargo el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él (Lc 7,28). “La ley y los profetas llegan hasta Juan; desde entonces comienza a anunciarse la Buena Nueva del Reino” (Lc 16,16). Tenemos también aquí contraposiciones típicas de Lucas: templo-casa, hombre-mujer, entre el no dar crédito y quedar mudo y el dar crédito y cantar, entre sacerdote y profeta, contraposiciones socio-teológicas entre soberbios, poderosos y ricos y los que temen a Dios, los humildes y los hambrientos (en el Magníficat), etc).

 

2.         Preparación de la misión de Jesús (3,1-4,13)

-           Juan Bautista (3,1-20)
a)  Contextualización histórica: 7 dominadores y un profeta (3,1-2), L
b)  Predicación (3,3-14)
     En general (3,3-6), Mc 1,2-8
     Exhortación a la gente, a los publicanos y soldados: (7-14), vv. 7-9 Q, vv. 10-14 L
c)  Identidad de Juan Bautista (3,15-18), Q 3,16b-18
d) Prisión de Juan Bautista (3,19- 20),
Mc 6,17-29

-           Jesús (3,21-4,13)
a)  Bautismo de Jesús (3,21-22), Mc 1,9-11
b)  Genealogía de Jesús (3,23-38: Jesús hijo de José, David, Abraham, Adam, Dios), L
c)  Tentaciones en el desierto (4,1-13), (Jesús entre el Espíritu y el diablo),
Q

 

(En la presentación de Juan Bautista Lucas combina Mr, Q y L. En 3,1-2 (fuente L) tenemos algo típico de Lucas: la contextualización histórica. Los 7 personajes aquí citados son conocidos en los documentos históricos: Tiberio Cesar que reinó del 14 al 37 d. C. El año 15 sería el año 28/29 d. C. Poncio Pilatos fue procurador en Judea del 26 al 36 d.C. El tetrarca Herodes (del 4 aC al 34 dC) es bien conocido en la historia bíblica y profana. Conocemos un poco menos a Filipos y Lisania. José Caifás fue Sumo-sacerdote del 18 al 36 d.C., aunque Anás era el poder detrás del trono. Después de esta contextualización política, viene la presentación profética de Juan (3,2b), donde Lucas utiliza la presentación del profeta Jeremías (en Jer 1,2). En los textos Q (citados siempre siguiendo los capítulos y versículos del Ev. de Lucas) Juan aparece como un predicador apocalíptico violento. Habla de: raza de víboras, ira inminente, hacha puesta a la raíz, fuego (tres veces). En los textos citados de Mr, Juan aparece más bien como un profeta. La predicación de Juan en 3,10-14 es fuente L y es típica lucana: se habla del compartir (túnicas y comida) y de exigencias concretas a publicanos y soldados.
El bautismo de Jesús se narra según Mr, pero Lucas pone la prisión de Juan antes del bautismo y cambia la cita bíblica en 3,22b (no es el siervo de Is 42,1 sino el rey del Salmo 2,7). La genealogía es tradición propia de Lucas, muy diferente a la de Mateo. Las tres tentaciones son según Q, pero Lucas invierte las dos últimas, poniendo la tentación en el Templo al final).

 

A)      Ministerio de Jesús en Galilea: 4,14-9,50

 Sumario introductorio general (4,14-15), Mc 1,14-15

Sección programática (4,16-30)
 
-           Discurso en la sinagoga de Nazaret el día sábado (4,16-24), Mc 6,1-6
-           Ante el rechazo, Jesús propone una misión universal: reacción de ira (4,25-30),
L

(Lucas adelanta este texto y lo pone al comienzo como un texto claramente programático de la acción de Jesús. Los nazarenos hablan de lo ya sucedido en Cafarnaúm (4,23), que en la narración de Lc sucede después. Jesús interpreta su misión a la luz de Is 61,1-2ª, con lo cual a su vez re-reinterpreta y actualiza el texto de Isaías. El rechazo inicial de los nazarenos, lleva a Jesús a proclamar su misión universal y esto lo hace con nuevos textos de 1 R y 2 R, donde se recoge la misión universal de Elías y Eliseo. En 4,16-24 Lucas ha re-interpretado totalmente el texto de Mc 6,1-6; ahora en 4,25-30 Lucas sigue su propia tradición (fuente L). Este texto de Lc tiene su paralelo en el texto programático de Hch 13,13-52).

1.         Ministerio de Jesús en Cafarnaún (4,31-44), Mc 1,31-39
           
Sumario: Bajó a Cafarnaún y los sábados les enseñaba (4,31-32).

En la sinagoga: ‘conmina’ a un espíritu inmundo en un hombre (4,33-37).

En la casa de Simón: ‘conmina’ la fiebre de la suegra de Simón (4,38-39).

Sumario: A la puesta del sol: muchas curaciones, ‘conmina’ a los espíritus
                        Al amanecer: salió y se fue a un lugar solitario (4,40-44).

(Lc sigue aquí muy de cerca a Mc y nos da una visión totalizante de la práctica de Jesús: en todos los lugares (sinagoga, casa, lugar público y lugar solitario), en todos los tiempos (día, a la puesta del sol, al amanecer) y en la variedad de actividades (enseña con autoridad, echa demonios, sana a los enfermos y da también un tiempo largo a la oración).

2.         Jesús enseña a las muchedumbres y
elige a sus discípulos (5,1-6,49)

(Nota previa: estructura simplificada de 5,1-6,49:

  1. Jesús enseña y llama a sus discípulos

b) Centro: Cinco controversias con fariseos y escribas: los que no llegan a ser discípulos
a’) Jesús enseña y llama a sus discípulos)

a)         Jesús enseña y llama a Simón y primeros discípulos (5,1-16)       

Sumario: Jesús enseña en la barca de Simón junto al lago de Genesaret (5,1-3), L.

(1)        Pesca milagrosa y vocación de Simón (5,4-11), L, (Jn 21,1-6 ?)
(Santiago y Juan son incluidos secundariamente en el relato).

(2)        Leproso en la ciudad - Jesús lo toca y lo sana (5,12-14), Mc 1,40-44.

Sumario: multitudes buscan a Jesús, pero se retira a lugares solitarios y oraba (5,15-16), Mc 1,45.

b)         Centro: Cinco controversias (5,17-6,11) Mc 2,1-3,6.
 
Sumario: Jesús enseña y obra curaciones. Presencia de fariseos y doctores (5,17).

- Curación de un paralítico y perdón de pecados (5,18-26).
- Vocación de Leví y comida con los pecadores (5,27-32).
- Centro: vino nuevo en odres nuevos (5,33-39).
- Espigas arrancadas en sábado (6,1-5).
- Curación en día sábado en la sinagoga (6,6-10).

Sumario: ellos se ofuscaron y discutían que harían contra Jesús (6,11).

a’)        Jesús elige a los doce apóstoles y enseña a las multitudes (6,12-49)          

(1) Jesús se fue al monte a orar, al amanecer elige doce discípulos (6,12-16) Mc 3,13-19.
(2) Jesús enseña: ‘Sermón de la planicie’ (6,17-49)

Sumario: paraje llano, multitud de discípulos y gran muchedumbre del pueblo, vienen para oír y ser sanados (6,17-19) Mc 3,7- 12

Bienaventuranzas y maldiciones (6,20-26):
- Tres bienaventuranzas (6,20-21) Q.
            - Bienaventurados cuando los odien, así trataban a los profetas (6,22-23) Q.
- Tres maldiciones (6,24-25) L.
            - Ay cuando hablen bien de Uds., así trataban a los falsos profetas (6,26)
L.

Amor a los enemigos (6,27-35) Q.
Tener misericordia (6,36-38) Q.
Sabiduría de Jesús (6,39-45) Q.
Oír la Palabra y ponerla en práctica (6,46-49) Q.
                 
(En 5,1-11, Lucas tiene su tradición propia sobre la vocación de los primeros discípulos. Su narración de la pesca milagrosa es única en Lc (con cierta analogía en Jn 21,1-6) y da la impresión de ser un relato posterior a la Resurrección. Lc también resalta la persona de Simón (que nombra cuatro veces en los vv. 3.4.8 y 10). Luego en 5,12-14; 5,15-16 y especialmente en las cinco controversias en 5,17-6,11 sigue con pequeñas variaciones a Mr. En 6,17-49 tenemos el Sermón de la planicie, que corresponde al Sermón del Monte en Mateo 5-7. La fuente de este sermón es Q y es Lucas el que tiene la versión original y más fiel a la fuente. Lucas sólo agrega las cuatro maldiciones en 6,24-26. En toda esta sección Jesús deja en claro quienes son sus discípulos y quienes no lo son. Jesús enseña y llama a sus discípulos, con los que lo rechazan tiene fuertes controversias y contradicciones. Tanto en sus controversias como en el sermón de la planicie se revela el núcleo de su Evangelio).

3.         Los signos del Mesías y la fe de los discípulos y discípulas
(ocho mujeres en esta sección): 7,1-8,56

a)         Los signos del Mesías, los Doce y las discípulas (7,1-50)

Curación del siervo del centurión (7,1-10), Q.
Resurrección del hijo de la viuda de Naim (7,11-17), L.
Pregunta de Juan Bautista y testimonio de Jesús (7,18-35) Q, menos 7,29-30 que es L.
Jesús perdona a una mujer pecadora porque ha amado mucho (7,36-50) L.
Sumario: Jesús anuncia el Reino de Dios, lo acompaña los Doce y las discípulas
 (8,1-3)
L.

b)         Los que escuchan la Palabra de Dios (8,4-21)

Parábolas del sembrador y la lámpara (8,4-18), Mc 4,1-22.
Mi madre y hermanos son los que oyen la Palabra de Dios y la cumplen (8,19-21) Mc 3,31-35.
               
a’)        Cuatro nuevos signos de Jesús, el Mesías (8,22-56), Mc 4,35-5,43
           
- Tempestad calmada (8,22-25).
- El endemoniado de Gerasa que llega a ser discípulo (8,26-39).
- Curación de una hemorroísa y resurrección de la hija de Jairo (8,40-56).

(En la primera sección (7,1-50) tenemos sólo textos propios de Lucas con algunos textos de Q. En la segunda (8,4-21) y tercera sección (8,22-56) Lucas sigue a Marcos. En la primera y tercera sección, el tema central es “signos” y en la segunda sección es ‘la Palabra de Dios’. Lucas presenta los signos del Mesías como signos inesperados y en ruptura con la tradición y las ideas dominantes. Los discípulos y discípulas son los que llegan a discernir estos signos y escuchan así la Palabra de Dios. Juan Bautista pensaba en signos mesiánicos extraordinarios, donde se manifestarían la ira y el fuego de Dios. Jesús por el contrario sana enfermos y anuncia a los pobres una Buena Nueva, por eso manda este mensaje a Juan (y a todos nosotros): “dichoso aquel que no halle escándalo en mí”. En esta narración de signos tenemos una enumeración genérica de signos ante los enviados por Juan, un signo cósmico y siete signos personales, entre los cuales cuatro tienen como la referencia principal a una mujer. Entre estos cuatro signos, dos son propios de Lucas: la curación del hijo de la viuda de Naim y la mujer perdonada. En 8,1-3 aparecen explícitamente las ‘discípulas de Jesús’ junto a los doce discípulos (texto exclusivo de Lucas). Un signo es una realidad más amplia que milagro. El perdón de la pecadora es un signo, aunque no sea milagro).

4.         Quién es Jesús: 9,1-50 (sección dominada por los doce apóstoles)

a)         Misión de los Doce e identidad de Jesús (9,1-21)

- Misión de los Doce (9,1-6), Mc 6,7-13.
- Quien es Jesús: respuestas en presencia de Herodes (9,7-9) Mc 6,14-16.
- Regreso de los Doce y multiplicación de panes (9,10-17) Mc 6,30-44.
- Quien es Jesús: confesión de Pedro (9,18-21) Mc 8,27-30.
 

b)         El camino de Jesús y el discipulado (9,22-50)

 - Anuncio de la Pasión y Resurrección (9,22), Mc 8,31.
 - Condiciones para ser discípulo de Jesús (9,23-26),
Mc 8,34-38.

 - Centro: Transfiguración de Jesús, con Pedro, Juan y Santiago (9,27-36), Mc 9,1-8.
  Curación de un hijo único con un demonio (9,37-43a),
Mc 9,14-27.

 - Anuncio que Jesús será entregado (9,43b-45), Mc 9,30-32.
 - Discusión quién sería el mayor. Juan y el discípulo anónimo (9,46-50), Mc 9,33-40.
           

(En esta sección, dominada por la figura de los doce apóstoles, Lucas sigue fundamentalmente a Marcos, aunque inserta algunos pequeños textos como 9,31 que le son muy propios. Lucas sin embargo omite aquí el largo texto de Mc 6,45-8,26. En Marcos los tres anuncios de la Pasión configuran las tres etapas del viaje de Jesús a Jerusalén. Para Lucas el gran viaje comienza en Lc 9,51, después de los dos primeros anuncios).

B)      Subida de Jesús desde Galilea a Jerusalén: 9,51-19,44

(En 9,51 hay una clara ruptura en el relato: se cumplen los días de su “asunción” (“análempsis”, término que aparece sólo aquí en Lc) y “Jesús afirmó su voluntad de ir a Jerusalén”. Todo este relato de la subida de Jesús a Jerusalén (9,51-19,44) es en su globalidad muy propio de Lucas, aunque utiliza fuentes anteriores a él: desde 9,51 hasta 18,14 Lucas utiliza casi exclusivamente la fuente Q. Mc aquí casi desaparece y vuelve a aparecer en la sección final de este viaje en 18,15-19,44. Además, podemos observar que todos los textos de la fuente Q mayoritarios en esta subida a Jerusalén están enmarcados e interpretados por Lucas, utilizando los textos propios de Lucas que hemos designado con la letra L. Igualmente los textos menos numerosos de Marcos también Lucas los enmarca e interpreta con sus textos propios L. El conjunto entonces resulta ser marcadamente lucano.

Esta subida de Galilea a Jerusalén corresponde en los Hechos de los Apóstoles a la salida del ‘movimiento de Jesús’ de Jerusalén a Antioquía (Hch capítulos 7 a 15), sección igualmente muy propia de Lucas. Hay ciertas semejanzas por eso entre los dos viajes, como las menciones de Samaría y la relación entre los 7 helenistas de Hch y los 70 misioneros de Lc. La narración del viaje la podemos dividir en cuatro etapas, tomando en cuenta las indicaciones geográficas que va dando el mismo Lucas).

Primera Etapa: 9,51-13,21

1.         Camino hacia Jerusalén (9,51-10,37)
 
Introducción: decisión de ir a Jerusalén:
“Como se iban cumpliendo los días de su asunción
 afirmó su voluntad de ir a Jerusalén” (9,51),
L.

(a)        Envía mensajeros a un pueblo de samaritanos, que no los reciben. Jesús reprende a sus discípulos por su actitud con los samaritanos (9,52-56), L.
 
(b)        “Mientras iban de camino”: nuevos discípulos, nuevas exigencias (9,57-62)

- Primer caso: Uno le dijo “te seguiré…” (vv. 57-58), Q.
- Segundo casi: A otro le dijo “Sígueme…” (vv. 59-60), Q.
- Tercer caso: Otro le dijo “te seguiré…” (vv. 61-62),
L.

(b’)      Misión de los 70 discípulos (10,1-24)

- Jesús designa y envía a los 70 (10,1), L
- Discurso de envío (10,1-16), Q
- Regreso de los 70 (10,17-20), L
- Gozo de Jesús (10,21-22), Q
- Jesús dice a sus discípulos (10,23-24),
Q

(a’)       ¿Quién es mi prójimo? (10,25-37)

- Un legista prueba a Jesús con una pregunta (10,25-28), Mc 12,28-31.
- Parábola del buen samaritano (10,29-37),
L.

(Después de la introducción en 9,51 (texto propio de Lucas), que marca todo el relato hasta el fin del viaje en 19,44, tenemos aquí cuatro partes: la primera y la última (a y a’) donde Jesús se refiere positivamente a los samaritanos, y las dos secciones centrales (b y b’) donde aparecen nuevas exigencias para ser discípulos (tres veces aparece el verbo ‘seguir’) y donde aparecen también nuevos misioneros (los 70). En 9,52-56 (texto propio de Lucas) los mensajeros de Jesús son rechazados en el pueblo samaritano, pero Jesús no se enoja con los samaritanos, sino con Santiago y Juan por su actitud mesiánica violenta y triunfalista. Jesús va a Jerusalén no como peregrino, sino para enfrentarse proféticamente con el Templo. Si los samaritanos supieran esto lo habrían recibido con entusiasmo. En 9,57-62 aparece el tema del discipulado. La nueva situación iniciada en 9,51 exige radicalizar las exigencias para ser discípulo. Hay tres casos: los dos primeros tomados de Q y el último agregado por Lucas, que da sentido a los anteriores. Luego viene la sección que sólo aparece en Lucas sobre los 70 misioneros: elección, envío y regreso (10,1 y 17-20). Los demás textos Q quedan enmarcados por estos textos de Lucas.
El discurso misionero (Q 10,1-16) tiene en Mateo como contexto el envío de los Doce. Lucas por el contrario lo encuadra en el envío y regreso de los 70 discípulos, dato propio de Lucas. Lucas narra la misión de los 70 (L 10,17-20) como un triunfo y lo hace con entusiasmo y simpatía. Muy diferente es el regreso de los Apóstoles en Lc 9,10. Este contraste entre los doce y los setenta tiene muchas resonancias con el contraste entre los doce y los siete en Hch 7-15. Lc relaciona la explosión de gozo de Jesús (Q 10,21-22) con el regreso de los 70. La sección comienza y termina con la mención de los samaritanos. Lucas concretiza el único de texto de Mc en las primeras tres etapas del viaje (Mc 12,28-31) con la parábola propia de Lc del buen samaritano).

2.         Escuchar la Palabra y orar (10,38-11,13)

- Marta y María (10,38-42), L. “María, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra”.

- Jesús enseña a orar (11,1-13).
* Introducción (11,1), L.
* El “Padre Nuestro” (11,2-4), Q.
* El amigo inoportuno (11,5-8), L.
* Eficacia de la oración (11,9-13),
Q.

(Marta y María, que no tienen nada que ver con las hermanas de Lázaro en Jn, aquí representan más bien dos modelos de Iglesia: una Iglesia preocupada y agitada por muchas cosas, pero que no escucha la Palabra de Dios y otra Iglesia más libre que escucha la Palabra de Dios. Jesús reconoce a María el derecho de ser discípula. Los Rabi sólo tenían discípulos varones. No hay que ver aquí la contraposición vida activa-vida contemplativa, sino una situación eclesial histórica. Marta podría representar aquí la Iglesia judeo-cristiana agitada por los quehaceres de la ley y María la Iglesia helenista de Lucas que escucha la Palabra de Dios.
El texto del Padre Nuestro es de la tradición Q. El texto del Padre Nuestro en Lc es más fiel a Q que el texto correspondiente de Mateo. Lucas encuadra el Padre Nuestro con dos textos propios suyos. El Jesús orante es típico de la tradición lucana: cf. 3,21 / 5,16 /16,12 / 9,18 / 9,28-29 / 22,41. El texto sobre la eficacia de la oración en Lc 11,5-8 es de origen Q. En 11,13b, Lucas pone “Espíritu Santo”. Mateo tiene en el lugar correspondiente “cosas buenas”. Posiblemente aquí tenemos una corrección lucana del original Q).

3.         Jesús y el poder de Satanás (11,14-36)

(a) Jesús expulsa un demonio mudo, admiración y cuestionamientos (11,14-16), Q:
            - Por el Príncipe de los demonios expulsa los demonios (v. 15).
            - Le piden una señal del cielo para ponerle a prueba (v. 16).

(b) Jesús responde al cuestionamiento del v. 15 (11,17-26), Q.
           
            Centro: “Dichosos los que oyen la Palabra de Dios y la guardan”: 11,27-28,
L.

(b’) Jesús responde al cuestionamiento del v. 16 (11,29-32), Q.
 
(a’) Dos ‘logia’ sobre la lámpara (ojo sano) y el candelero (cuerpo luminoso) (11,33-36),
Q.

(Texto Q en su totalidad, pero Lc en el centro (11,27-28) ha insertado un texto propio, que da un nuevo sentido al todo. La estructura global del texto es evidente. Veamos sólo algunos detalles. Lc 11,17-26, donde responde al cuestionamiento del v. 16, es un texto Q sobre Jesús y los demonios, muy coherente con toda la teología de la tradición Q. Cuando Jesús expulsa los demonios entonces “ha llegado a vosotros el Reino de Dios”. En los vv. 21-22 “el fuerte” custodia su palacio. Jesús es “el más fuerte”, que vence al fuerte y reparte los despojos del fuerte. El demonio es el fuerte que custodia las estructuras de dominación. Jesús vence al demonio y deshace estas estructuras. Aquí tenemos, con un lenguaje mítico o simbólico, un análisis de la realidad histórica. La llegada del Reino de Dios implica la destrucción de las estructuras de dominación.
Lc 11,29-32 es un texto Q que responde a la petición de pruebas del v. 16. La señal de Jonás fue su predicación a los ninivitas (Mt 12,40 sobre Jonás en el vientre de la ballena es una interpretación de Q posterior redaccional). La señal de la reina del mediodía es el venir de lejos a escuchar a Salomón. Jesús es más que Jonás y Salomón, es un signo mayor de universalismo.
Los dos dichos finales (Q 11,33-36) muestran la importancia de tener el espíritu sano y luminoso, para que todo el cuerpo esté luminoso. Cuando Jesús expulsa un demonio, sana el espíritu de una persona y toda su vida llega a ser luminosa. Los enemigos de Jesús tienen un espíritu turbio, por eso no entienden la obra de Jesús).

4.         Instrucciones liberadoras de Jesús (11,37-13,21)

(a)        Jesús confronta a los fariseos y maestros de la ley (11,37-54)
          Contextualización: un fariseo invita a Jesús a comer; en la mesa Jesús no cumple los ritos de purificación antes de comer (11,37-38), L.
Contra los fariseos (11,39-44), Q.
Contra los maestros de la ley (11,45-52), Q.
            Conclusión: escribas y fariseos acosan implacablemente a Jesús (11,53-54),
L.

(b)        Instrucción a los discípulos (12,1-48).
            Contextualización: 12,1, L.
Primera instrucción (12,2-12), Q.
Segunda instrucción (12,13-34):
- Guárdense de toda codicia (12,13-21), L.
- Busquen el Reino y esas cosas se les darán por añadidura (12,22-34), Q.
 Tercera instrucción (12,35-48):
- Estar despiertos y preparados (12,35-40), (35-38), L, (39-40), Q.
- Pregunta de Pedro (12,41), L.
- Buenos y malos administradores (12,42-46), Q.
- El que conoce y el que no conoce la voluntad de su señor (12,47-48),
L.

Centro: Dos ‘logia’ sobre fuego y división (12,49-53):
            - El fuego del Espíritu, que vendrá con la muerte de Jesús (49-50), L.
            - Jesús no trae paz a la tierra, sino división (51-53),
Q.

(b’)      Instrucción a la multitud: 12,54-13,9 (después de instruir a los discípulos):
- Discernir la señal de los tiempo (12,54-59), Q (menos v. 57 que es L).
- Invitación a la penitencia (13,1-5), L.
- Parábola de la higuera estéril (13,6-9), L.
                         
(a’)       Sinagoga en sábado (inclusión con 11,37-54):
- Jesús cura a una mujer encorvada (por el peso de la ley) (13,10-17), L.
- Dos parábolas sobre el Reino de Dios (13,18-21):
• Un grano de mostaza que sembró un hombre, Q (también Mc 4,30-32).
• La levadura que puso en la masa una mujer,
Q.

(Esta sección tiene una estructura concéntrica a – b - centro - b’ - a’. En 11,37-54 tenemos un texto Q enmarcado con un texto L, al comienzo en forma de contextualización y al final como conclusión. Este es un recurso muy propio de Lucas: asume la tradición del texto Q, pero la contextualiza con un texto propio. La contextualización redaccional lucana tiene como centro la mesa y el comer en casa de un fariseo. La ‘mesa’ (junto con el ‘camino’) es fundamental en toda la redacción lucana. En este contexto Jesús no cumple los ritos de purificación, pues Jesús no piensa que el contacto con la gente lo haya manchado. En el texto Q al centro (vv. 39-52) tenemos tres “Ay” contra los fariseos y otros tres para los maestros de la ley. Jesús plantea un nuevo concepto de pureza, como algo interior que se logra, no por ritos externos, sino por el desprendimiento de todo lo que tenemos (vv. 39-41). Pureza, en el contexto judío, es el acceso a Dios, por eso se dice que los puros verán a Dios (Mt 5,8). Jesús confronta a los fariseos porque cumplen leyes insignificantes y dejan de lado la justicia y el amor de Dios, porque ambicionan los primeros puestos y porque con su moral impiden el acceso a Dios (manchan como los sepulcros ocultos vv. 42-44). Jesús confronta a los maestros de la ley porque oprimen al pueblo con leyes que ellos no cumplen, porque honran a los profetas asesinados en el pasado de tal manera que no se hable más de ellos y porque controlan la ciencia para no entrar en el Reino de Dios e impedir entrar a los que tratan de hacerlo (vv. 45-52). La conclusión del texto L en el v. 53 es evidente.
La confrontación de Jesús con los fariseos y maestros de la ley atrae a una multitud del pueblo (así contextualiza Lc en 12,1 lo que sigue). Entonces Jesús hace una larga instrucción, primero a los discípulos y luego a la multitud. La instrucción a los discípulos la podemos dividir en tres. La primera está tomada de Q 12,2-12: son consejos a una comunidad perseguida. El texto final Q 12,11-12 Lucas lo desarrollará en un texto propio en 21,12-15. En la segunda instrucción tenemos un texto lucano, típico de la teología de Lucas sobre la codicia y la acumulación de riqueza (L12,13-21). Luego viene Q12,22-34 sobre el desprendimiento total de los bienes materiales: “busquen el Reino y esas cosas se les darán por añadidura”. En la tercera instrucción a los discípulos se combinan textos de L y Q sobre el tema de “estar preparados”. En L12,41 hay una pregunta de Pedro que parece descontextualizada, pero no lo es si Lucas tiene en mente la jerarquía en una Iglesia judeo-cristiana autoritaria que maltrata a la comunidad.
Al centro tenemos un dicho de Jesús L 12,49-50 y otro Q 12,51-53. En el dicho lucano aparece un Jesús que ha venido a arrojar fuego sobre la tierra. Este fuego no es el fuego destructor anunciado por Juan Bautista, sino el fuego del Espíritu Santo, que llegará cuando él sea sumergido en las aguas de su martirio. En el dicho de la fuente Q dice Jesús que él no trae paz a la tierra sino división. Una clave de lectura podría ser que la llegada del Reino implica el fin de la paz y unidad, lograda por el poder y las estructuras dominantes. El Reino construye nuevas relaciones familiares y sociales.
La instrucción a las multitudes (12,54-13,9) es una llamado al discernimiento. En L 13,1-5 Jesús alude a dos hechos que no conocemos en las fuentes históricas. Son como noticias del día. Hay un hecho social (insurrección de algunos galileos) y una catástrofe natural (caída de una torre). Los culpables no son los castigados o damnificados, sino el sistema mismo, por eso todos debemos cambiar de mentalidad y convertirnos.
Esta sección que comenzó en la casa y la mesa de un fariseo termina ahora en una sinagoga (L 13,10-17). Al comienzo Jesús transgrede el rito de la purificación, ahora transgrede la ley sanando en día sábado a una mujer que un espíritu la tenía encorvada 18 años. El espíritu malo que tiene encorvada a la mujer es el espíritu fariseo de la ley y de la sinagoga. Jesús al sanarla y dignificarla como hija de Abraham hace posible que ella ahora mire a los ojos y glorifique a Dios. La sección termina con dos cortas parábolas (Q 13,18-21) sobre la lógica del Reino, que no es una estructura o ley que viene de arriba o de la fuerza, sino que es una semilla que se siembra en la tierra o una levadura que se pone en la masa).

Segunda Etapa: 13,22-17,10

1.         Camino hacia Jerusalén (13,22-35)

- “atravesaba ciudades y pueblos enseñando, camino hacia Jerusalén (13,22), L.
- Pregunta: ¿son pocos los que se salvan? (13,23), L.
- Respuesta: cita de varios dichos de Jesús (13,24-30), Q.
- Jesús y Herodes (13,31-33), L.
- Profecía sobre Jerusalén (13,31-35), Q, (cf. 19,41-44).
 
(La indicación geográfica marca una ruptura en el texto que indica el comienzo de una segunda etapa en el relato del viaje de Jesús a Jerusalén. Lucas plantea la pregunta sobre quienes se salvan (L 13,22). La salvación aquí no es la ‘salvación eterna’ sino la entrada en el Reino de Dios. Lucas responde con diferentes dichos de Jesús tomados de la fuente Q 13,24-30. En el v. 27 son rechazados “los agentes de injusticia”, que en el v. 28 son designados con un misterioso “vosotros”. Estos son posiblemente aquellos pertenecientes al judaísmo farisaico o al judeo-cristianismo encerrado en el ley. Lo contrario es la participación de los gentiles, que vienen del oriente, occidente, norte y sur a sentarse a la mesa del Reino con Abraham, Isaac, Jakob y todos los profetas. En la conclusión (Q 13,30) los últimos, que serían los gentiles, llegan a ser los primeros y los primeros, que son los judíos o judío-cristianos, llegarían a ser los últimos.
El texto sobre Herodes (L) y sobre Jerusalén (Q) están unidos por la idea de Jerusalén como asesina de profetas. Ambos textos nos orientan nuevamente hacia Jerusalén).

2.         Comida en sábado en casa de uno de los jefes de los fariseos (14,1-24)

-    Contextualización de toda la sección: en sábado, en casa de uno de los jefes de los fariseos, para comer (14,1), L.

-    En este contexto tenemos:
(1) Curación de un hidrópico (14,2-6), L.
(2) Notando que los invitados elegían los primeros puestos Jesús les dijo (14,7-10), L.
(3) Dicho conclusivo (14,11), Q.
(4) Dijo al que lo invitaba: Cuando des una comida invita los pobres (14,12-14), L.
(5) Parábola de la gran cena (14,15-24):
Introducción (14,15), L.
Parábola: Los que se excusan (los ricos) y los que vienen (los pobres) (14,16-23), Q.
Conclusión de Jesús (14,24), L: los ricos no probarán “mi cena”.

(Texto fuertemente lucano. Lucas sitúa toda la sección en el contexto histórico de una comida, una mesa, en casa de uno de los jefes de los fariseos en día sábado. En el contexto de Jesús se trata realmente de la casa de un fariseo, pero posiblemente Lucas piensa también en el contexto de la Iglesia judeo-cristiana de Jerusalén, tal como aparece en los Hechos de los Apóstoles. En toda la sección predomina el tema “ricos-pobres”. La curación del hidrópico está en paralelo estrecho con la mujer encorvada de L 13,10-17 y tiene el mismo sentido de simbolizar la comunidad oprimida por la ley).            

 3.         En el camino: radicalización del discipulado (14,25-35)

 “ Caminaba con él mucha gente y volviéndose les dijo” (14,25), L:
- Exigencias para ser discípulo (14,26-27), Q.
- Quien no renuncia a todos bienes (14,28-33), L.
- La sal que se desvirtúa (14,34-35),
Q.

(En la sección anterior el contexto es la mesa, ahora es el camino. Lucas distingue entre el caminar con Jesús y la exigencia mucho mayor de ser discípulo/a de Jesús. Para esto pone mayores exigencias. Entre ellas el “odiar” al padre, la madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas, lo que significa poner el Reino por encima de toda relación social y por encima de la propia vida. El renunciar a todos los bienes para ser discípulo/a es una tradición muy propia de Lucas (L 14,33). El que no cumple todas estas exigencias es como una sal desvirtuada).

4.         Un Dios de misericordia (15,1-32)

Contexto: Jesús acoge y come con publicanos y pecadores (15,1-3), L:
- Parábola de la oveja perdida (15,4-7) (hombre), Q.
- Parábola de la dracma perdida (15,8-10) (mujer), L.
- Parábola del Padre misericordioso (15,11-32), L.

(Sección redaccional propia de Lucas. Sólo 15,4-7 es Q. Si bien es una sección muy propia de Lucas, el contexto descrito en 15,1-3 es ciertamente el contexto del Jesús histórico, igualmente el tenor histórico de las tres parábolas es propio de Jesús. Lucas lee al mismo tiempo la parábola del Padre misericordioso en el contexto del movimiento de Jesús después de la resurrección y en particular la contradicción que él describe en los Hechos de los Apóstoles entre la comunidad judeo-cristiana de Jerusalén y las comunidades helenistas fuera de Jerusalén).

5.         Sobre Dinero de la Iniquidad o Mamón (16,1-31)
           
(a)     Parábola: “Erase un hombre rico… (16,1-8), L.
 
(b)     Opinión de Jesús (16,9-12), L.
Dicho: No se puede servir a Dios y a Mamón (16,13),
Q.

(b’)    Jesús contra los fariseos amigos del dinero (16,14-15) L
Dicho: La Ley y los profetas hasta Juan; desde ahora se anuncia el Reino (16,16-18),
Q.

(a’)    Parábola: “Erase un hombre rico…” (16,19-31), L.

(La estructura de esta sección es claramente concéntrica: a-b-b-a, y debe ser por lo tanto interpretada como una unidad, donde el todo ilumina las partes y las partes el todo. Hay una correspondencia redaccional clara entre las dos parábolas. Este texto es en su conjunto propio de Lucas y de difícil interpretación. Los dichos de Jesús en la fuente Q están siempre enmarcados por textos lucanos. Lucas pone los textos Q para iluminar con la tradición sapiencial del Jesús histórico su tradición propia, recogida en los textos L y en su composición redaccional del conjunto de estos textos.
El tema central de esta sección es el dinero, llamado aquí ‘mamón’ (éste aparece en los vv. 9.11 y 13. La palabra “mamón” que aparece en el texto griego es traducida por la Biblia de Jerusalén en los vv. 9 y 11 como “dinero”, en el v. 13 se conserva la palabra “mamón”. En los vv. 9 y 11 se traduce “mamón tes adikías” como “dinero injusto”. Creo que es mejor mantener la palabra “mamón” y traducir “adikía” por “iniquidad”). En 16,1-8 el administrador condona a los deudores de su patrón 50 galones de aceite y 20 cargas de trigo, renuncia así a la comisión que él cobraba para sí mismo (legal o ilegalmente). En el v. 8 “el señor” (que no es Jesús, sino el hombre rico) alaba al “administrador de la iniquidad” (ídem en v. 9: “dinero de la iniquidad”). En 16,9-12, terminada la parábola, Jesús da su propia interpretación, comenzando con un “Y Yo les digo” (yo enfático con un “y” adversativo). La frase “háganse amigos con el dinero de la iniquidad”, puede interpretarse en dos sentidos. Puede referirse sólo al dinero cobrado injustamente al cual se debe renunciar (como el administrador de la parábola o como Zaqueo en 19,1-10). Es decir: uno puede hacerse de amigos devolviendo todo el dinero cobrado injustamente. Otra interpretación, más radical, puede referirse a la renuncia de todos los bienes, dado que todo dinero es dinero de la iniquidad (todo dinero es mamón, un ídolo que mata). Un discípulo entonces puede actuar como Zaqueo (19,1-10) que renunció únicamente al dinero injusto o renunciar a todos los bienes.
En la línea de esta interpretación podríamos entender la opinión de Jesús, difícil de interpretar, en 16,11-12. En el v. 11 Jesús dice que no podrá recibir ‘lo verdadero’ el que no fue ‘fiel con el dinero injusto’ (‘mamón de la iniquidad’). Esta sería la opción de Zaqueo, que renuncia al dinero adquirido injustamente, pero continúa poseyendo dinero. En el v. 12 Jesús va más allá y dice que el que no fue fiel con ‘lo ajeno’ no podrá recibir ‘lo vuestro’. Y Lucas agrega aquí, tomado de Q 16,13: “No pueden servir a Dios y a Mamón”. Todo dinero es mamón, dinero de iniquidad, por eso es ajeno a la vida del cristiano, lo nuestro es el Reino de Dios.
Seguidamente, en este mismo contexto, Jesús enfrenta a los fariseos que eran “amantes del dinero” (filargurós). Los fariseos aparentan ser justos, pero en su corazón son amantes del dinero. Jesús agrega: “lo estimable para los hombres (el dinero) es abominable para Dios”. Lucas nuevamente se apoya en tres dichos de Q. El primero (Q 16,16) es radical: el Reino de Dios marca una etapa radicalmente nueva, más allá del tiempo de la ley, los profetas y Juan. Los otros dos dichos (Q, 16,17-18) son correctivos: el Reino está más allá de la ley, pero esto no significa que la ley no sea todavía válida.
La segunda parábola (16,19-31), igual que la primera (16,1-8), es propia de Lucas. Ambas comienzan con la frase “érase un hombre rico”. En forma paralela ambas nos describen situaciones propias del “mundo rico”. En esta segunda parábola aparece el abismo entre los ricos y los pobres: “entre nosotros y ustedes se interpone un gran abismo”, lo que hace imposible que los ricos escuchen el grito de los pobres, ni en esta vida ni en la otra. Es importante destacar que en esta parábola el rico es anónimo, y el pobre tiene el nombre propio de Lázaro.
Si bien todo este texto de Lc 16,1-31 es difícil, podemos concentrar nuestra interpretación en el punto más luminoso y radical del texto, que yo creo es el dicho de Q en 16,13: “No podéis servir a Dios y al Dinero (Mamón)”. También es muy clarificadora la parábola del pobre Lázaro, propia de Lucas, en 16,19-31. Después vienen las situaciones más ambiguas de la parábola del administrador y más tarde (en 19,1-10)de la opción de Zaqueo, donde se piensa más bien en la situación de los ricos, que renuncian sólo al dinero injusto o de la iniquidad, pero siguen siendo ricos. Creo que el Jesús de la historia está más bien por la opción radical expresada en Q16,13 y en la parábola del pobre Lázaro. Lucas siempre deja un espacio a los ricos en la comunidad que han renunciado radicalmente al dinero injusto como Zaqueo).

6.         Instrucción a los discípulos (17,1-10)
 
- Sobre el escándalo a los pequeños, que no tiene perdón (17,1-3a), Q.
- Sobre el pecado que sí tiene perdón, cuando hay arrepentimiento (17,3b-4), Q.
- Los apóstoles piden al Señor que les aumente la fe (17,5-6), Q.
- No ser siervos inútiles de la ley, sino Hijos de la casa (17,7-10),
L.

(17,1-6 es de la fuente Q y 17,7-10 son propios de Lucas. Jesús – según Q - distingue claramente entre el escándalo a los pequeños (vv. 1-3a), que no tiene perdón y el pecado contra el hermano, que si tiene perdón siempre que hay arrepentimiento, aunque peque siete veces al día (3b-4). “Pequeño” (“mikrós”) es aquí el niño (párvulo), pero en sentido figurado también es el pobre, el que no tiene poder y dinero. La frase del v. 2 es durísima. El verbo “escandalizar” significa literalmente “hacer caer, seducir, ser ocasión de pecado para una persona”. Es mejor ser arrojado al fondo del mar con una piedra de molino al cuello, que escandalizar a un pequeño, (posiblemente una condenación radical de la pedofilia y la pederastria muy común y aceptada en la cultura griega y en mundo romano).
Al texto Q 17,5-6, Lucas le da un sentido histórico concreto en el texto propio 17,7-10 donde aparece la contradicción entre el siervo y el hijo de la casa. Quizás Lucas está pensando en una Iglesia de la ley, que trata a todos como siervos y una Iglesia de la misericordia, que trata a todos como hijos. Puede haber una resonancia aquí del texto L15,11-31 sobre el hijo mayor que cumple como siervo todo lo que se le manda y el Padre misericordioso que acoge al hijo, aunque éste ha dilapidado la hacienda. Los apóstoles en Q, 17,5-6 piden tener más fe, para no ser una Iglesia de la ley, sino una Iglesia de la misericordia. Posiblemente el “sicomoro” (al igual que la higuera) representa la institucionalidad judía de la Ley y del Templo, que los apóstoles con mayor fe serían capaces de tirar al fondo del mar).

Tercera Etapa: 17,11-18,30

1.         Noticias de viaje (17,11-19)

“de camino a Jerusalén” entre Galilea y Samaría (17,11), L.
Curación 10 leprosos; uno de ellos samaritano, vuelve a dar gloria a Dios (17,12-19), L.
 
(Texto propio de la tradición lucana con la indicación geográfica que marca una nueva etapa en el relato del viaje de Jesús a Jerusalén. La mención de Samaría (v.11) y del samaritano (v.16) apunta ya hacia Jerusalén. La mención positiva del samaritano, como el único que regresa donde Jesús, está en sintonía con los Hechos de los Apóstoles (Hch 8,4-24), donde Samaría aparece como el primer espacio misionero más allá de Jerusalén y del círculo judeo-cristiano de ‘los doce’).

2.         La “pequeña apocalipsis” (17,20-37)
             
(a)     Respuesta a los fariseos sobre el cuándo llegaría el Reino de Dios, L: (17,20-21)
- “Viene sin dejarse sentir” (17,20),
- “No podrán decir véanlo aquí o allá, porque está entre ustedes” (17,21).

(b)     Discurso a los discípulos sobre “el día del Hijo del Hombre” (17,22-35):
- Los días del Hijo del Hombre; contextualización general (17,22), L.
- El Día de la Resurrección del Hijo del Hombre (17,23-25), Q.
- Los días de la Apocalipsis (manifestación) del Hijo del Hombre (17,26-35), Q:
analogías (17,26-30): como el día inesperado del diluvio y del fin de Sodoma.
exigencias: (17,31-35) (v. 33 tomado de L 9,24).

(a’)    Dónde (37) L (v. 36 es adición posterior)

(Lucas es el único evangelista que tiene dos discursos apocalípticos. Esta “pequeña apocalipsis”, tomada fundamentalmente de Q, y el gran discurso apocalíptico de 21,5-38 tomado de Marcos. Lucas enmarca esta pequeña apocalipsis del texto Q con textos de su propia tradición. El primer texto lucano (17,20-21) plantea el “cuándo” llegaría el Reino de Dios y el segundo texto lucano (17,37) habla sobre el “dónde”. Jesús no responde a ninguna de estas preguntas en forma clara. Referente al cuándo, nos dice que ‘el Reino de Dios ya está entre vosotros’ (no traducir ‘dentro’ de vosotros): viene sin dejarse sentir, no puede ser identificado con tal o cual espacio ya dado. Referente a los hechos apocalípticos y escatológicos la comunidad se preocupaba mucho por el cuándo, el dónde y por el cómo. Jesús no responde estas preguntas. Para él lo más importante es el discernimiento y el estar siempre preparados. En el texto lucano 17,20-21 se habla del Reino de Dios. Después, en Q 17,23-37, se habla de los días del Hijo del Hombre. En 17,22-35 tenemos el discurso apocalíptico propiamente dicho sobre el Día (o los días) del Hijo del Hombre. En este discurso es difícil distinguir etapas de la historia, pues no se trata de una visión “crono-lógica”, sino “escato-lógica” de Jesús en nuestra historia. El primer gran Día del Hijo del Hombre es su Resurrección (vv. 23-24), que llega como un relámpago que ilumina todo el cielo, pero antes de este día debe padecer (v.25). Después vienen los días del Hijo del Hombre: su Apocalipsis (manifestación). No se habla ni de Parusía ni de Venida, sino de su manifestación o apocalipsis (v. 30) en todos los momentos de la historia (Lucas nunca usa el término parusía). Esta Apocalipsis es inesperada, pero sucede en medio de las actividades de la vida cuotidiana: comer, beber, casarse, comprar, vender, plantar y construir (vv. 26-30). Se usa como analogía el diluvio y el fin de Sodoma. Las exigencias cuando llegue aquel Día es no mirar atrás, ni aferrarse a la vida, ni mantener las relaciones familiares y sociales (vv. 31-35). La respuesta al “dónde” con la cual Lucas contextualiza al final del texto Q (v.37) es ambigua y enigmática. Es un dicho popular, no una metáfora. Jesús no es cadáver, ni los discípulos son buitres. Se insinúa solamente la fuerza de atracción que tiene la manifestación de Jesús sobre sus discípulos. Podría también referirse a la bestia, enemiga del Reino, cuyo cadáver atrae a sus aliados como buitres).

3.         La Comunidad del Reino: 18,1-30 (desde la perspectiva del pobre)

(a) Dios hace justicia a los pobres y humildes (18,1-14), L:
                        - ejemplo de la viuda insistente (18,1-8),
                        - oración del fariseo y el publicano (18,9-14).
 
(b) Los niños y los pobres entran en el Reino de Dios (18,15-30), Mc 10,13-27:
(a) “Dejen que los niños vengan a mí, de ellos es el Reino de Dios” (18,15-17).
(b) Jesús invita a ser discípulo a un jefe rico (18,18-23).
(a’) “Qué difícil que los ricos entren en el Reino de Dios” (18,24-27).
 
(c) Pedro: los que dejan todo: situación presente y futura (18,28-30), Mc 10,28-30.

(Lc 18,1-14 es propio de Lucas y Lc 18,15-30 está tomado de Marcos. Todo este texto, que es realmente histórico y tradicional, tiene en la redacción de Lucas un carácter redaccional y teológico. La viuda que pide justicia (‘hacer justicia’ aparece cuatro veces) y el publicano que pide misericordia son emblemáticos de la comunidad del Reino. Después Lucas usa un texto tradicional de Marcos para significar quienes entran y quienes no entran al Reino de Dios (18,15-27). La pregunta de Pedro, representa aquí la inquietud de la comunidad de Jesús que lo ha dejado todo. La recompensa es ya abundante en el presente, y en el futuro una vida que no muere).

Cuarta Etapa: 18,31-19,44

1.         Subiendo a Jerusalén, en la ciudad de Jericó (18,31-19,27)

(a)     “Tomando a los Doce les dijo: miren que subimos a Jerusalén”. Tercer anuncio de la Pasión-los Doce no entienden: (18,31-34), Mc 10,32-34.
 
(b)     Dos encuentros liberadores en Jericó: (18,35-19,10):
- En el camino: un ciego recobra la vista y sigue a Jesús (18,35-43), Mc 10,46-52.
- En la casa: Zaqueo renuncia al mal uso de su riqueza (19,1-10), L.
 
(a’)    Parábola de las minas: (19,11-27) (continúa el discurso iniciado en18,34)
- Contextualización: cerca de Jerusalén (19,11), L.
- Parábola de las minas (19,12-26 (27),
Q.

(El tema de la cercanía de Jerusalén aparece dos veces. Jesús anuncia su pasión y resurrección, pero los Doce no entienden nada (tres veces se insiste en este no entendimiento en 18,34). Es importante leer Lc 19,11-27 a continuación de Lc 18,31-34. En 19,11 se dice: “estando ellos escuchando estas cosas…” se refiere al anuncio de la Pasión. En 19,11 se da la explicación de la no comprensión de los discípulos: no entienden por su mentalidad mesiánica que los lleva a pensar que el “Reino de Dios aparecería de un momento a otro” (19,11). En Jericó hay dos hechos liberadores: uno en el camino con un mendigo y otro en la casa de un rico llamado Zaqueo. La casa y el camino son dos realidades paradigmáticas en Lucas. La parábola de las minas y del hombre noble que fue a recibir su investidura (dos parábolas entremezcladas por Lucas) están tomadas de Q, pero Lucas las contextualiza en 19,11 con un texto propio. Esta parábola es comentada por Mateo 25,14-30 con un sentido diverso (parábola de los talentos).

2.         Cerca de Jerusalén (19,28-44)
 
(a)     subiendo a Jerusalén: Aclamación en el monte de los Olivos (19,29-38), cf. Mc 11,1-11.
(b)     Reacción de los fariseos (19,39-40), L.
(a’)    “al acercarse y ver la ciudad lloró por ella” (19,41-44),
L.

(Según Lucas, que modifica levemente el texto de Marcos, Jesús es aclamado en el Monte de los Olivos y no entra en Jerusalén. Esta sección se ubica toda ella en la cercanía de Jerusalén. La reacción de los fariseos y el llanto sobre la ciudad (19,39-44) es un texto propio de Lucas).

C)      Ministerio de Jesús en el Templo: 19,45-21,38

 

1.         Entrando en el Templo: acción profética (19,45-48), Mc 11,15-18.

Sumario: 19,47-48 hace inclusión con 21,37-38.
 
(Recién ahora Jesús entra en el Templo. Hasta este momento Jesús sólo se había acercado a Jerusalén. Lo primero que hace es una acción profética violenta: la expulsión de los vendedores del Templo. El texto, tomado de Marcos, está muy reducido. Luego viene el texto 19,47-48 que hace inclusión con el final de toda la sección en 21,37-38. Esta inclusión busca enmarcar toda la sección y presentar la actividad de Jesús en el Templo como enseñanza. En el Templo Jesús se confronta con las autoridades, pero enseña al Pueblo)

2.         Controversias con las autoridades (20,1-47), Mc 11,27-12,40.

Contextualización: enseñaba al pueblo en el Templo y anunciaba la Buena Nueva (20,1a), L.

a)  Controversia sobre la autoridad de Jesús (20,1b-8), Mc 11,27-33.
b)  Parábola de los viñadores homicidas y reacción de las autoridades (20,9-19), Mc 12,1-12.
c)  Espías para entregarle al Procurador (20,20-26), Mc 12,13-17.
d) Contra los saduceos (20,27-40), Mc 12,18-27.
e)  Jesús a los escribas: el Mesías no es Hijo de David (20,41-47), Mc 12,35-37.
f)  Jesús a sus discípulos: “cuidado con los escribas” (20,45-47),
Mc 12,38-40.

(Toda este sección está tomada de Marcos, pero Lucas la contextualiza en 20,1a como una enseñanza al Pueblo y anuncio de la Buena Noticia. La confrontación de Jesús con las autoridades de Israel es para Lucas una Buena Noticia.)

3.         El óbolo de una viuda pobre (21,1-4), Mc 12,41-44.

4.         Discurso apocalíptico (21,5-36), Mc 13,1-31.

(Todo el discurso escatológico o apocalíptico de Jesús nos da una visión positiva de la historia para fortalecer en nosotros la resistencia y la esperanza. El discurso no busca dar claves para calcular fechas y etapas de la historia, sino claves para discernir el sentido profundo y oculto de la historia. La primera parte (21,8-19) se centra en el tiempo presente y la última parte (21,25-36) en el triunfo final del Hijo de Hombre. El objetivo, también aquí, es descubrir la orientación de la historia a la luz del triunfo final del Hijo del Hombre. Al centro se sitúa la destrucción de Jerusalén (21,20-24), que puede iluminarnos sobre el fin de los proyectos teo-cráticos y de todo mesianismo religioso-político ligado al poder. Los textos que Lucas toma de Marcos que ponemos en cada sección son muy aproximativos, pues Lucas escribe aproximadamente 35 años después y re-interpreta a Marcos).

Introducción (21,5-7), Mc 13,1-4.

(Marcos sitúa el discurso en el Monte de los Olivos y lo escuchan sólo Pedro, Santiago, Juan y Andrés. Lucas pone el discurso en el Templo y lo dirige a todos los que lo escuchan. El contexto de Marcos es posiblemente el contexto histórico. Lucas conserva aquí el dicho de Jesús sobre la destrucción del Templo y la pregunta a Jesús sobre el cuándo y sobre las señales de que todo esto está por suceder).

(a)        El tiempo de la Iglesia: entre la Resurrección y
la manifestación del Hijo del Hombre (21,8-19), Mc 13,5-13.

(1) 21,8-11
No se dejen engañar: vendrán falsos mesías diciendo ‘yo soy’ y ‘el tiempo está cerca’.
No los sigan.
No se asusten cuando oigan hablar de guerras y revoluciones;
Sucederán estas cosas, pero todavía no es el fin. Habrá guerras, pestes, hambre, cosas espantosas y señales en el cielo.

(2) 21,12-19
Antes de todo esto: habrá persecuciones, los entregarán a las sinagogas, cárceles, reyes y gobernadores, para que den testimonio; no preparen la defensa, pues se les dará una sabiduría que nadie resistirá, serán entregados por sus parientes, matarán algunos y serán odiados, pero no perecerá ni un cabello, en la resistencia salvarán sus vidas.

(Jesús nos enseña cómo vivir este tiempo de la Iglesia, entre la Resurrección y la Parusía, en el tiempo presente, antes del fin. En vv. 8-11 hay tres imperativos negativos y en los vv. 12-19 se exige el testimonio y la resistencia en medio de las persecuciones).

 (b)       Destrucción de Jerusalén (21,20-24), Mr13,14b-17
           
Jerusalén cercada por los ejércitos está cerca su desolación (21,20), L.
Entonces deben huir (no participar en su defensa) (21,21-22), Mc 13,14b-16.
Compasión de Jesús por los inocentes (21,23a), Mc 13,17.
Detalles sobre la desolación de Jerusalén y su pueblo (21,23b- 24),
L.

(En el tiempo presente, en los orígenes del cristianismo, tuvo especial importancia la destrucción de Jerusalén y del Templo, por eso los tres sinópticos le dedican un apartado especial. Lucas enmarca el texto tradicional de Marcos 13,14b-17 con textos propios: 21,20 y 21,23b-24. El texto de Lucas da la impresión de hablar de una historia que ya ha sucedido y que Marcos todavía no conoce. Esta catástrofe cambió esencialmente la historia del pueblo judío. Muere un proyecto teocrático y nace el judaísmo rabínico. Estos cambios también exigieron la organización de las Iglesias al margen de la Sinagoga).

(a’)      Manifestación del Hijo del Hombre:
se acerca nuestra liberación y el Reino de Dios (21,25-36)

-    La manifestación del Hijo del Hombre (21,25-28).
*   Conmociones cósmicas, terror de la humanidad (21,25-26), Mc 13,24-25.
*   Entonces verán venir al Hijo del Hombre con poder (21,27) (L cambia a Mc 13,27).
*   Cuando empiecen a suceder estas cosas cobren ánimo: se acerca vuestra liberación (21,28),
L.

-    Cuándo sucederán estas cosas (21,29-33)
*   Parábola de la higuera: discernimiento (21,29-30), Mc 13,28-29.
*   Cuando sucedan estas cosas se acerca el Reino de Dios: (21,31), L.
*   Todo sucederá en esta generación (21,32-33) Mc 13,30-31 (Lc omite Mc 13,32).

-    Exhortación final (21,34-36), L, (Mc 13,33-37 tiene otra exhortación).
Guárdense para que no se hagan pesados sus corazones
Porque vendrá de improviso aquel Día sobre todos los habitantes de la tierra.
Estén en vela, orando, para que tengan fuerzas:
para escapar a todo lo que está por venir y
para poder estar en pie delante del Hijo del Hombre

(El tema de esta sección 21,25-36 es la manifestación del Hijo del Hombre. Esta idea se entiende leyendo todo el capítulo 7 de Daniel, especialmente Dn 7,13-14. La conmoción cósmica de 21,25-26 es un símbolo para expresar conmociones históricas (económicas, políticas y sociales). Estas conmociones son positivas, porque cuando comienzan se acerca nuestra liberación (apolútrosis) y se acerca el Reino de Dios. Todo esto sucede en la generación presente (v.32). Esta generación es la generación de la Iglesia entre la Resurrección de Jesús y la Parusía. En el libro de Daniel 7 el Hijo del Hombre es el pueblo de los santos del altísimo, el pueblo que resiste a las bestias. Dios hace justicia destruyendo a las bestias y dando todo el poder al Hijo del Hombre. El Jesús histórico se identificó con esta imagen del Hijo del Hombre y esto quedó vivo en la apocalíptica cristiana posterior. En el texto de Lucas es importante destacar aquí que no se trata de la “segunda venida” de Jesús, sino del “triunfo” de Jesús según Dn 7,13-14, para lo cual se usa el término griego “parusía”. Este término quiere expresar la “manifestación gloriosa” de Jesús, que no debemos identificar por ningún motivo con el juicio final, que es obra no de Jesús, sino del Padre. Según el Apocalipsis de Juan, la parusía final y definitiva pondrá fin al tiempo presente y dará comienzo al Reino de los 1000 años, es decir un tiempo importante antes del juicio final. La parusía pone fin al tiempo presente, pero desde ya orienta toda la historia y puede ser adelantado en muchos pequeños triunfos y realizaciones parciales del Reino de Dios. El triunfo o parusía de Jesús Hijo del Hombre es algo que nos llena de esperanza, porque con él se acerca nuestra liberación y el Reino de Dios. Hay que vigilar y orar para “estar en pie delante del Hijo de Hombre”).

-    Sumario conclusivo a toda la sección 19,45-21,38 (21,37-38)
(21,37-38 hace inclusión con 19,47-48)

 Centro (de toda la obra lucana):
Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús
Testamento de Jesús y Ascensión Lc capítulos 22-24 + Hch 1

(En esta sección Lucas sigue el esquema global de Marcos. Sólo en 22,28-30 tenemos un texto Q. Lucas retrabaja redaccionalmente estos relatos tradicionales y también agrega textos nuevos. No daremos aquí claves de interpretación, sino sólo veremos la estructura general).

1.         Pasión y muerte (22-23), Mc 14-15.
           

a)      Conspiración (22,1-6), Mc 14,1-2 y 10-11.

(1)     Se acercaba la Pascua (22,1).
(2)     Sumos sacerdotes y Escribas buscan cómo hacer desaparecer a Jesús, pues temían al pueblo (22,2) (Lucas omite Mc 14,3-9: la unción en Betania).
(3)     Satanás entró en Judas: Satanás se une con el poder religioso (sumos sacerdotes), el poder militar (jefes de la guardia) y el poder del dinero (22,3-6).

b)      La última cena de Jesús (22,7-38).
(1)     Preparativos de la Cena pascual con los discípulos (22,7-13), Mc 14,12-16.
(2)     Cena con sus apóstoles (22,14-38).
-    Última cena de Pascua antes de padecer, la próxima será en el Reino (22,14-18).
-    Institución de la Eucaristía (22,19-20), Mc 14,22-24, (1 Cor 11,23-25).
-    Discurso de despedida (22,21-38), texto muy redaccional de Lc:
*   Anuncio de la traición de Judas (22,21-23).
*   Altercado sobre quién sería el mayor (22,24-27): aquí sólo Lc.
*   Jesús dispone un Reino para sus apóstoles (22,28-30), Q.
*   Anuncio de la negación de Pedro (22,31-34), vv. 31-32 sólo Lc.
*   Llega ahora el tiempo de la persecución (22,35-38), sólo Lc.
 
c)       Oración, arresto de Jesús y negación de Pedro (22,39-65).
-    Jesús sale con sus discípulos y hace oración en el monte de los Olivos (22,39-46).
-    Jesús es tomado preso (22,47-53).
-    Jesús en casa del Sumo sacerdote, negación de Pedro y ultrajes (22,54-65).
 
d)      Juicio judío y romano (22,66-23,25).
-    Jesús ante el Sanedrín (22,66-71).
-    Jesús ante Pilato (23,1-7).
-    Jesús ante Herodes (23,8-12), sólo Lc.
-    Jesús de nuevo ante Pilatos (23,13-25).

e)       Camino de la cruz, crucifixión y sepultura (23,26-46).

(1)     Camino del Calvario (23,26-32).
-    Simón de Cirene (23,26).
-    Profecía a las mujeres (23,27-32),
sólo Lc.

(2)     Crucifixión y muerte (23,33-46).
-    Crucifixión: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (23,33-34), sólo Lc.
-    Cuatro reacciones: pueblo, magistrados, soldado, inscripción (23,35-38).
-    Reacción de los malhechores (23,39-43), sólo Lc.
-    Muerte de Jesús: “Padre en tus manos pongo mi espíritu” (23,44-46), sólo Lc.

f)       Después de la muerte (23,47-56).
-    Testimonio del Centurión, de la gente y de las mujeres (23,47-49).
-    Sepultura de Jesús (23,50-56).
*   José de Arimatea.
*   Testimonio de las mujeres que habían venido con él desde Galilea.

2.         Resurrección de Jesús (24,1-49)
           
a)         La tumba vacía (24,1-12).
-    La tumba vacía, anuncio de su resurrección: (24,1-8), Mc 16. 1-8.
-    Las mujeres anuncian todo esto a los Once y a todos los demás (24,9).
-    Identificación de las mujeres testigos (24,10).
-    Los apóstoles no creen en las palabras de los testigos (24,11).
-    Pedro visita el sepulcro y tampoco cree (24,12).

b)         Los discípulos de Emaús (24,13-35), L.
-    Encuentro de Jesús con los discípulos camino a Emaús (24,13-24).
-    Jesús caminando les explica las Escrituras (24,25-27).
-    Los discípulos lo reconocen en la fracción del pan (24,28-32).
-    Regreso a Jerusalén donde los Once y los que estaban con ellos (24,33-35).

c)       Aparición a todos los reunidos: los Once, las mujeres, los discípulos de Emaús y todos los demás (24,36-43).
 

3.         Testamento de Jesús (Lc 24,44-49 + Hch 1,6-8)
Cuando el Evangelio y Hechos de los Apóstoles formaban un solo libro.

4.         Exaltación de Jesús: Ascensión (Hechos 1,9-11).
Lc 24,50-53 agregado posterior cuando se separaron los dos libros)

Pablo Richard
Apartado portal 389-2070  Sabanilla  San José  Costa Rica

 
El Consejo Latinoamericano de Iglesias es una organización de iglesias y movimientos cristianos fundada en Huampaní, Lima, en noviembre de 1982, creada para promover la unidad entre los cristianos y cristianas del continente. Son miembros del CLAI más de ciento cincuenta iglesias bautistas, congregacionales, episcopales, evangélicas unidas, luteranas, moravas, menonitas, metodistas, nazarenas, ortodoxas, pentecostales, presbiterianas, reformadas y valdenses, así como organismos cristianos especializados en áreas de pastoral juvenil, educación teológica, educación cristiana de veintiún países de América Latina y el Caribe.
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